Kingsley Coman también está afectado por un proceso gripal que ha contagiado a varios jugadores de la selección francesa antes de la final del Mundial de Qatar contra Argentina.
El jugador del Bayern de Múnich empezó a sentir síntomas la noche de este miércoles, por lo que frente a Marruecos no saltó al terreno de juego como venía siendo habitual en sustitución de Ousmane Dembelé, que dejó su puesto en el campo a Marcus Thuram.
Coman no estuvo con el resto de sus compañeros durante la comida y tampoco participó en la ligera sesión de recuperación posterior al partido.
El cuerpo médico francés teme que los jugadores se hallan contagiado el misterioso virus MERS (síndrome respiratorio de Oriente Medio) o como se lo conoce popularmente “virus del camello”. Aunque tampoco descartan que se trate del virus de la gripe común o mismo el coronavirus SARS-CoV-2.
El proceso gripal, que los servicios médicos de la selección francesa achacan a la bajada de las temperaturas en Catar y al aire acondicionado, afectó con anterioridad a Adrien Rabiot y Dayot Upamecano.
El primero no estuvo ni en el banquillo de los reservas en la semifinal contra Marruecos y el segundo, que ya tenía el alta médica, no saltó al terreno de juego por las secuelas de la enfermedad, según reconoció el seleccionador, Didier Deschamps.
Upamecano, que fue reemplazado por Ibrahima Konaté, participó con normalidad este jueves en el ligero entrenamiento del día, al que faltaron Coman y Rabiot, que tiene una evolución positiva y tocó balón por vez primera en tres días.
Los atacantes Olivier Giroud, Kylian Mbappé y Antoine Griezmann se pusieron en manos del cuerpo médico para sanar contusiones que sufrieron durante el partido contra Marruecos, que no ponen en peligro su presencia en la final.
Lo mismo que Theo Hernandez, autor del primer gol francés en la semifinal y víctima de un duro golpe en la rodilla izquierda que es fruto de un seguimiento especial pero que no parece que le vaya a impedir jugar contra Argentina.